! QUITO, CUNA DE LA INFECTOLOGÍA DE AMÉRICA !
"En la infinita variedad de estos atomillos vivientes, se tiene un admirable recurso para explicar la prodigiosa multitud de epidemias tan diferentes y de síntomas tan varios que se ofrecen a la observación".

Dr. Eugenio Francisco Xavier de Santa Cruz y Espejo.
Reflexiones acerca de las Viruelas. 1785. Quito.

lunes, 20 de abril de 2009

EL LAVADOS DE MANOS


El lavado de manos se refiere a la aplicación de una sustancia detergente, ya sea en forma de barra o gel de jabón, sobre la piel húmeda de las manos y que añadida a la fricción mecánica de las mismas por el tiempo de un minuto provoca, luego de su enjuague, la remoción mecánica de los detritus, componentes orgánicos y microorganismos de la superficie de la piel. El gel o barra de jabón simple no tienen actividad antimicrobiana, pero solo por arrastre disminuyen la carga bacteriana en un contaje de 2,7 a 3 log10 en el tiempo de un minuto. Esta reducción se ha visto que no aumenta si prolongamos el tiempo del lavado; mas, sí se incrementa notoriamente cuando añadimos un antiséptico al jabón líquido o en barra. Por lo que se concluye, que para un buen lavado de manos es necesario el uso de un jabón antiséptico, agua corriente, un tiempo de lavado mínimo de un minuto y un secado con toalla de papel desechable.


¿Cuáles antisépticos se añaden al jabón?

Los antisépticos que se añaden a la barra o gel de jabón son variados y tenemos: clorhexidina al 2 ó 4%, el triclosán, el cloroxilenol, el hexaclorofeno, los iodóforos (Yodo Povidona), derivados de amonio cuaternario (cetrimide y cloruro de benzalconio).


¿Cuándo debemos lavarnos las manos con agua y jabón antiséptico?

Se recomienda, en el entorno hospitalario, lavarse las manos cuando éstas se hallen visiblemente sucias o contaminadas con material proteináceo, o se hallen manchadas con sangre o con otros líquidos biológicos. A la vez, no hay que olvidarse del lavado antiséptico de manos en las siguientes circunstancias:
Antes del iniciar y al finalizar la jornada laboral en el centro sanitario.
Antes y después de preparar, repartir o servir alimentos.
Antes y después de comer.
Después de ir al cuarto de baño.
Luego de sonarse, estornudar, toser.
Cuando las manos se hallen visiblemente sucias.
Al finalizar el lavado de manos, éstas se deben de secar con una toalla de papel desechable limpia o estéril. No se aconseja el uso de toallas de tela.

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